Dubai Telegraph - La lucha de 30 años de un hombre para salvar a los chimpancés huérfanos de Sierra Leona

EUR -
AED 4.311612
AFN 77.565377
ALL 96.656855
AMD 447.600202
ANG 2.10198
AOA 1076.581534
ARS 1691.478308
AUD 1.765918
AWG 2.113247
AZN 2.01835
BAM 1.954927
BBD 2.360846
BDT 143.246058
BGN 1.954927
BHD 0.440503
BIF 3464.553505
BMD 1.174026
BND 1.513824
BOB 8.099385
BRL 6.362867
BSD 1.172177
BTN 106.003682
BWP 15.531067
BYN 3.455558
BYR 23010.908476
BZD 2.357448
CAD 1.616643
CDF 2629.818358
CHF 0.934639
CLF 0.027241
CLP 1068.656894
CNY 8.282164
CNH 8.28179
COP 4464.207284
CRC 586.338272
CUC 1.174026
CUP 31.111687
CVE 110.215802
CZK 24.26806
DJF 208.736825
DKK 7.469934
DOP 74.516737
DZD 151.543355
EGP 55.577962
ERN 17.610389
ETB 183.151046
FJD 2.667147
FKP 0.877594
GBP 0.877448
GEL 3.180196
GGP 0.877594
GHS 13.455994
GIP 0.877594
GMD 85.703785
GNF 10194.449439
GTQ 8.977992
GYD 245.230535
HKD 9.139264
HNL 30.860225
HRK 7.534546
HTG 153.641418
HUF 384.603841
IDR 19528.454024
ILS 3.783645
IMP 0.877594
INR 106.348557
IQD 1535.514583
IRR 49452.902642
ISK 148.402175
JEP 0.877594
JMD 187.676226
JOD 0.832394
JPY 183.001239
KES 151.152529
KGS 102.668504
KHR 4692.905198
KMF 492.51368
KPW 1056.619069
KRW 1731.582749
KWD 0.360073
KYD 0.976864
KZT 611.327118
LAK 25411.656839
LBP 104967.345065
LKR 362.198323
LRD 206.88765
LSL 19.776072
LTL 3.466593
LVL 0.710156
LYD 6.367158
MAD 10.783786
MDL 19.815155
MGA 5192.68211
MKD 61.522538
MMK 2465.245374
MNT 4163.064053
MOP 9.399304
MRU 46.91006
MUR 53.910734
MVR 18.074307
MWK 2032.592699
MXN 21.156206
MYR 4.810333
MZN 75.032113
NAD 19.776072
NGN 1705.354848
NIO 43.140743
NOK 11.89627
NPR 169.606292
NZD 2.024882
OMR 0.449269
PAB 1.172177
PEN 3.946438
PGK 5.052745
PHP 69.402543
PKR 328.499066
PLN 4.223365
PYG 7873.485463
QAR 4.271993
RON 5.090456
RSD 117.327628
RUB 93.59064
RWF 1706.038465
SAR 4.405178
SBD 9.599718
SCR 17.642061
SDG 706.203215
SEK 10.890253
SGD 1.516524
SHP 0.880824
SLE 28.323378
SLL 24618.741306
SOS 668.701507
SRD 45.256347
STD 24299.966664
STN 24.489069
SVC 10.256422
SYP 12980.992867
SZL 19.769176
THB 37.093387
TJS 10.772192
TMT 4.120831
TND 3.42667
TOP 2.826773
TRY 50.124839
TTD 7.954449
TWD 36.788219
TZS 2901.105015
UAH 49.527192
UGX 4166.140334
USD 1.174026
UYU 45.999467
UZS 14121.696409
VES 313.981204
VND 30883.926447
VUV 141.687325
WST 3.258488
XAF 655.664327
XAG 0.01895
XAU 0.000273
XCD 3.172863
XCG 2.112557
XDR 0.815436
XOF 655.664327
XPF 119.331742
YER 280.008712
ZAR 19.813126
ZMK 10567.643175
ZMW 27.047926
ZWL 378.035875
La lucha de 30 años de un hombre para salvar a los chimpancés huérfanos de Sierra Leona
La lucha de 30 años de un hombre para salvar a los chimpancés huérfanos de Sierra Leona / Foto: PATRICK MEINHARDT - AFP

La lucha de 30 años de un hombre para salvar a los chimpancés huérfanos de Sierra Leona

Bala Amarasekaran nunca pensó que administrar su reconocido santuario para chipancés huérfanos en Sierra Leona fuera realmente un trabajo, al cual llegó después de varios giros del destino.

Tamaño del texto:

En el Santuario para Chimpancés Tacugama, situado en un parque nacional no muy lejos de la capital, Freetown, acaricia la nariz y las mejillas de un joven simio, susurrando palabras de aliento.

Los chimpancés son más que el trabajo de la vida de Amarasekaran, son su familia. Lucha por ellos desde 1995, los alimenta y resguarda de incontables peligros en el oasis que creó.

"Nunca siento que vengo a trabajar porque los chimpancés son parte de mi vida. Es mi pasión, vengo a ver a mi familia", explica a la AFP.

Amarasekaran resguardó a los chimpancés de los ataques de rebeldes armados durante la guerra civil del país, la deforestación masiva e incluso la pandemia del ébola.

El Santuario de Tacugama se convirtió en el principal destino ecoturístico de Sierra Leona y un modelo de conservación ambiental en África occidental.

Los pequeños simios que visita Amarasekaran son aún tímidos, recién llegados tras vivir experiencias traumáticas, y en espera de ser incluidos en un grupo más grande.

Los huérfanos, parte de una supespecie gravemente amenazada, suelen llegar desnutridos o heridos de bala o machete, a veces después de ser vendidos por cazadores furtivos.

El santuario situado en el Parque Nacional de la Península Occidental, será su hogar para siempre. Allí son rehabilitados antes de ser liberados en las decenas de hectáras de área silvestre protegida, que alberga numerosos primates.

- Por accidente -

Amarasekaran, de 64 años y contador de formación, nunca se imaginó dedicarse a proteger simios. "Todo ocurrió por accidente", relata, quien llegó a Sierra Leona a los 17 años junto a su madre desde Sri Lanka.

En 1988, mientras viajaba por una zona rural con su esposa, Sharmila, la pareja recién casada se sorprendió al descubrir un chimpancé bebé atado a un árbol en una aldea, desnutrido y deshidratado.

"Nos lo llevamos, de lo contrario habría muerto y lo cuidamos como a un niño", detalla. Bruno, como fue llamado, vivió con Amarasekaran durante casi siete años hasta que se construyó el santuario.

La pareja quedó sorprendida por las emociones del simio y descubrió que los chimpancés tenían "el mismo tipo de necesidades de afecto" que los humanos, comenta Amarasekaran.

Esto incluye "celos y amor", y el hecho de que "pueden enojarse sin razón", añade.

La familia creció a medida que los Amarasekaran acogieron hasta siete chimpancés a la vez antes de que se abriera el santuario. A veces se escapaban de la casa, causando daños en las propiedades de los vecinos o robaban pan a los transeúntes.

"Yo era el enemigo públic", relata Amarasekaran, quien encontraba facturas de reparaciones de parte de sus vecinos al regresar a casa.

– Numerosos desafíos –

Tras una reunión decisiva con la reconocida primatóloga Jane Goodall, invitada a Sierra Leona en 1993, Amarasekaran consiguió financiación de la Unión Europea y recibió luz verde de su propio país para abrir el primer santuario de chimpancés rescatados.

Los donantes le pidieron que asumiera el cargo de director, dada su experiencia.

En ese momento pensó dedicar uno o dos años al proyecto, capacitar personal y luego entregar el santuario. Pero terminó pasando ocho horas seguidas en el bosque con los chimpancés, llevándolos a hacer caminatas.

"No me di cuenta de que se convertirían en una parte muy importante de mi vida", relata.

Gracias a Amarasekaran y su campaña de concienciación, el gobierno declaró al chimpancé como "animal nacional de Sierra Leona" en 2019.

A lo largo de los años el santuario afrontó muchos desafíos. Durante la guerra civil, que asoló el país entre 1991 y 2002, fue atacado dos veces por rebeldes y completamente saqueado.

Después de que Amarasekaran negociara con ellos, perdonaron la vida del personal y de los chimpancés, dijo, pero hubo escasez de alimentos.

Luego la epidemia de ébola representó una amenaza existencial tanto para los humanos como para los simios. El centro cerró durante un año y los cuidadores se mudaron dentro del recinto.

El mismo sistema se aplicó durante algunos meses en la epidemia de Covid-19.

– Hasta el "último aliento" –

Hoy en día Amarasekaran y sus equipos están involucrados en la protección ambiental en todo el país. Trabajan con unas cien comunidades para promover medios de vida más sostenibles, incluyendo la construcción de escuelas, la mejora del acceso al agua y la ayuda en agricultura y ganadería.

A cambio los habitantes de las aldeas "tienen que proteger el medio ambiente y a los chimpancés en su bosque", detalla Amarasekaran.

"Funciona bien", afirma. Su objetivo es proteger a los chimpancés en estado salvaje y evitar que necesiten el santuario.

Amarasekaran se mantiene humilde a pesar del colosal trabajo que realizó y de la fama que alcanzó incluso tan lejos como Sri Lanka.

Pero ante el alarmante aumento de la deforestación y la ocupación ilegal del parque nacional donde se encuentra el refugio, toma medidas drásticas. Desde finales de mayo mantiene cerrado el santuario como forma de protesta y forzar al gobierno a actuar.

Sin embargo hasta ahora no obtuvo respuesta y las consecuencias para el santuario —que depende del dinero del turismo y de donaciones— pesan sobre Amarasekaran.

Además prepara a su equipo para que asuma la responsabilidad operativa, aunque está seguro de seguir involucrado "hasta el último aliento".

Busca que los cuidadores formen sus propios vínculos con los chimpancés. Es fácil desarrollar una relación especial con algunos, al igual que ocurre entre humanos. Amarasekaran tuvo una conexión particular con Bruno, Julie y Philipp, ya fallecidos.

Hoy en día le gusta visitar a Mac, Mortes y Abu. "Estos son mis amigos", insiste.

Y.Chaudhry--DT