Dubai Telegraph - Los misterios de los obeliscos, diminutos habitantes de nuestro organismo

EUR -
AED 4.277193
AFN 76.278264
ALL 96.384702
AMD 444.254789
ANG 2.084488
AOA 1067.831058
ARS 1669.875407
AUD 1.753964
AWG 2.096069
AZN 1.984244
BAM 1.954822
BBD 2.344528
BDT 142.396172
BGN 1.956308
BHD 0.43899
BIF 3455.020152
BMD 1.164483
BND 1.507939
BOB 8.043943
BRL 6.350744
BSD 1.164018
BTN 104.659215
BWP 15.4652
BYN 3.346626
BYR 22823.860795
BZD 2.341119
CAD 1.610404
CDF 2599.125794
CHF 0.936598
CLF 0.027365
CLP 1073.513766
CNY 8.233014
CNH 8.233056
COP 4469.284578
CRC 568.61566
CUC 1.164483
CUP 30.858791
CVE 110.746839
CZK 24.199353
DJF 206.952322
DKK 7.46926
DOP 74.818471
DZD 151.338451
EGP 55.403297
ERN 17.46724
ETB 180.669946
FJD 2.633482
FKP 0.872036
GBP 0.873351
GEL 3.138328
GGP 0.872036
GHS 13.333781
GIP 0.872036
GMD 85.007651
GNF 10116.447882
GTQ 8.916541
GYD 243.537172
HKD 9.064392
HNL 30.603057
HRK 7.536071
HTG 152.3838
HUF 382.208885
IDR 19434.051674
ILS 3.767929
IMP 0.872036
INR 104.754244
IQD 1525.472329
IRR 49039.28188
ISK 148.99601
JEP 0.872036
JMD 186.316831
JOD 0.825664
JPY 180.860511
KES 150.572039
KGS 101.834459
KHR 4663.753596
KMF 491.412105
KPW 1048.026495
KRW 1715.92392
KWD 0.357438
KYD 0.970111
KZT 588.683098
LAK 25257.630031
LBP 104279.425622
LKR 359.050455
LRD 206.001381
LSL 19.738426
LTL 3.438415
LVL 0.704384
LYD 6.346874
MAD 10.755749
MDL 19.806011
MGA 5225.03425
MKD 61.609192
MMK 2445.343302
MNT 4129.840334
MOP 9.334532
MRU 46.416721
MUR 53.687009
MVR 17.937387
MWK 2022.70684
MXN 21.166896
MYR 4.787234
MZN 74.422528
NAD 19.738421
NGN 1688.744886
NIO 42.823896
NOK 11.76959
NPR 167.455263
NZD 2.016541
OMR 0.44774
PAB 1.164113
PEN 4.096072
PGK 4.876276
PHP 68.663144
PKR 326.49188
PLN 4.230857
PYG 8005.996555
QAR 4.23994
RON 5.091938
RSD 117.397367
RUB 89.084898
RWF 1689.664388
SAR 4.370504
SBD 9.584382
SCR 16.274091
SDG 700.440621
SEK 10.950883
SGD 1.508844
SHP 0.873664
SLE 27.60251
SLL 24418.617678
SOS 665.506124
SRD 44.982846
STD 24102.440677
STN 24.91993
SVC 10.184289
SYP 12877.133952
SZL 19.738411
THB 37.112493
TJS 10.680213
TMT 4.087334
TND 3.43668
TOP 2.803795
TRY 49.521868
TTD 7.891054
TWD 36.42677
TZS 2835.515749
UAH 48.861004
UGX 4117.9408
USD 1.164483
UYU 45.527234
UZS 13979.615126
VES 296.421323
VND 30695.763805
VUV 142.148529
WST 3.249082
XAF 655.626335
XAG 0.019932
XAU 0.000277
XCD 3.147073
XCG 2.097942
XDR 0.815161
XOF 655.025699
XPF 119.331742
YER 277.787769
ZAR 19.724129
ZMK 10481.745796
ZMW 26.912427
ZWL 374.962952
Los misterios de los obeliscos, diminutos habitantes de nuestro organismo
Los misterios de los obeliscos, diminutos habitantes de nuestro organismo / Foto: Jonathan Nackstrand - AFP/Archivos

Los misterios de los obeliscos, diminutos habitantes de nuestro organismo

Los llamados "obeliscos", diminutas moléculas, comparables a los virus pero mucho más simples, son uno de los grandes descubrimientos recientes y parecen omnipresentes en nuestro organismo, aunque de momento plantean más preguntas que certezas.

Tamaño del texto:

"Su función en nuestra salud no está establecida ni clara", comentó a la AFP Karim Majzoub, virólogo del Instituto de Genética Molecular de Montpellier.

Se trata de pequeñas hebras de ARN cerradas sobre sí mismas y cuya presencia en nuestro cuerpo se desconocía hasta hace unos meses.

Fueron descubiertos por investigadores de la universidad estadounidense de Stanford mediante el análisis profundo del ARN presente en centenares de muestras humanas.

Los obeliscos "colonizaron los microbiomas humano y planetario sin que se haya reparado en ellos hasta ahora", resume su estudio publicado en la revista Cell.

Este descubrimiento ha suscitado gran atención debido a la amplia presencia de los obeliscos y su carácter inédito, comparado con otras estructuras identificadas por virólogos y microbiólogos.

Los obeliscos, llamados así debido a su estructura en forma de bastón, pueden recordar a los virus que suelen estar formados por una secuencia de ARN que puede parasitar nuestras células, haciéndolas producir nuevas versiones de sí mismas.

Pero si los virus son estructuras extremadamente simples comparado con las bacterias, los obeliscos son aún más básicos: su secuencia de ARN es más corta y, a diferencia de los virus, circulan libremente sin estar contenidos en una cápsula hecha de proteínas.

Los obeliscos pueden también recordar a aquellas moléculas identificadas desde hace décadas pero desconocidas en gran medida porque su estudio se ha limitado sobre todo a las plantas: los viroides, que son cadenas de ARN sin envoltura.

- ¿Vestigios de tiempos inmemoriales? -

Pero los obeliscos también son diferentes, en este caso porque son un poco más complejos. A diferencia de los viroides, que solo pueden replicarse a sí mismos, parece que los obeliscos son capaces de controlar la producción de proteínas, al igual que los virus.

¿Que función tendrán las proteínas denominadas "oblinas"? No lo sabemos y ésta es una de las muchas preguntas que plantea el descubrimiento de los obeliscos.

Algunos investigadores consideran probable que tengan un papel, positivo o negativo, en nuestra salud, porque de lo contrario no estarían tan presentes en nosotros. Pero muchos mantienen la cautela.

"A veces tenemos la visión antropocéntrica de que las cosas están allí porque tienen una finalidad para nuestro organismo, pero no siempre es así", advierte Majzoub.

"Los obeliscos están allí porque la evolución se ha encargado de que hayan conseguido estar allí".

Sin embargo, el investigador recordó que ciertas estructuras similares han demostrado sus efectos, comenzando por su propio objeto de estudio: el virus de la hepatitis D, una cadena circular de ARN que sólo puede actuar como satélite en combinación con el virus más complejo de la hepatitis B.

Otra gran cuestión planteada por los obeliscos es si nos dan indicios sobre el origen de la vida en la Tierra.

Para algunos expertos, los obeliscos se suman a los viroides para respaldar la hipótesis del "mundo del ARN": la idea de que existieron formas de vida muy simples basadas en el ARN antes de la aparición del ADN.

El ADN constituye nuestro material genético y es a través del ARN, mucho menos estable, que nuestras células lo traducen en proteínas.

Un "mundo de ARN" sería más simple pero también estaría formado por organismos infinitamente menos complejos que la vida tal y como la conocemos hoy.

Según algunos científicos, los obeliscos y los viroides podrían ser "reliquias de la sopa del ARN original", señaló Majzoub.

Pero también en este caso hay que ser prudentes. La existencia de obeliscos podría ir en esa dirección, pero también es posible que sean producidos de manera aleatoria por las células y las bacterias, sin ser un resto de tiempos antiguos.

Sus descubridores mantiene la cautela. "Por el momento, no tenemos las herramientas que nos permitirían calcular hasta qué punto los obeliscos están relacionados entre sí, y por lo tanto, cuál es su 'edad'", señaló a AFP Ivan Zheludev, principal autor del estudio. "No me atrevería a especular".

J.Chacko--DT