Dubai Telegraph - Atafona, el balneario brasileño que está desapareciendo bajo el mar

EUR -
AED 4.278489
AFN 76.301366
ALL 96.530556
AMD 444.389335
ANG 2.085119
AOA 1068.154458
ARS 1670.316609
AUD 1.75427
AWG 2.096704
AZN 1.984845
BAM 1.955415
BBD 2.345238
BDT 142.439297
BGN 1.957372
BHD 0.439074
BIF 3456.06653
BMD 1.164835
BND 1.508396
BOB 8.046379
BRL 6.313529
BSD 1.16437
BTN 104.690912
BWP 15.469884
BYN 3.34764
BYR 22830.773166
BZD 2.341828
CAD 1.611422
CDF 2599.912958
CHF 0.937162
CLF 0.02734
CLP 1072.545921
CNY 8.235507
CNH 8.234944
COP 4446.759008
CRC 568.78787
CUC 1.164835
CUP 30.868137
CVE 110.780379
CZK 24.198994
DJF 207.014999
DKK 7.469472
DOP 74.84113
DZD 151.385181
EGP 55.40272
ERN 17.47253
ETB 180.60972
FJD 2.630723
FKP 0.8723
GBP 0.873382
GEL 3.149553
GGP 0.8723
GHS 13.337819
GIP 0.8723
GMD 85.033396
GNF 10119.511721
GTQ 8.919242
GYD 243.610929
HKD 9.068302
HNL 30.667954
HRK 7.538703
HTG 152.42995
HUF 382.163892
IDR 19442.733022
ILS 3.76907
IMP 0.8723
INR 104.795933
IQD 1525.399284
IRR 49054.133779
ISK 149.006189
JEP 0.8723
JMD 186.373259
JOD 0.825914
JPY 180.836077
KES 150.617641
KGS 101.8653
KHR 4665.166047
KMF 491.560932
KPW 1048.343898
KRW 1715.709753
KWD 0.357232
KYD 0.970405
KZT 588.861385
LAK 25249.913875
LBP 104272.296288
LKR 359.159196
LRD 204.939598
LSL 19.73441
LTL 3.439456
LVL 0.704598
LYD 6.329752
MAD 10.752872
MDL 19.812009
MGA 5193.953775
MKD 61.627851
MMK 2446.083892
MNT 4131.091086
MOP 9.337359
MRU 46.433846
MUR 53.664406
MVR 17.950554
MWK 2019.093291
MXN 21.176696
MYR 4.788683
MZN 74.437324
NAD 19.73441
NGN 1689.139851
NIO 42.851552
NOK 11.767103
NPR 167.505978
NZD 2.016522
OMR 0.447885
PAB 1.164465
PEN 3.914028
PGK 4.940241
PHP 68.699705
PKR 326.441746
PLN 4.232667
PYG 8008.421228
QAR 4.244263
RON 5.093014
RSD 117.420109
RUB 89.113003
RWF 1694.158743
SAR 4.371861
SBD 9.5794
SCR 15.722146
SDG 700.652754
SEK 10.953705
SGD 1.509027
SHP 0.873928
SLE 26.791608
SLL 24426.013032
SOS 664.266196
SRD 44.99647
STD 24109.740275
STN 24.495171
SVC 10.187374
SYP 12881.033885
SZL 19.719113
THB 37.125677
TJS 10.683448
TMT 4.076924
TND 3.415727
TOP 2.804644
TRY 49.510866
TTD 7.893444
TWD 36.432793
TZS 2836.374505
UAH 48.875802
UGX 4119.187948
USD 1.164835
UYU 45.541022
UZS 13930.253805
VES 289.561652
VND 30705.060237
VUV 142.19158
WST 3.250066
XAF 655.824896
XAG 0.019865
XAU 0.000276
XCD 3.148026
XCG 2.098577
XDR 0.815408
XOF 655.723589
XPF 119.331742
YER 277.700931
ZAR 19.720255
ZMK 10484.920268
ZMW 26.920577
ZWL 375.076512
Atafona, el balneario brasileño que está desapareciendo bajo el mar
Atafona, el balneario brasileño que está desapareciendo bajo el mar

Atafona, el balneario brasileño que está desapareciendo bajo el mar

Los buitres merodean en la arena, entre escombros de las últimas casas destruidas por el mar. Atafona, un balneario apacible al norte de Rio de Janeiro, sufre una erosión crónica agudizada por el calentamiento que la transformó en un paisaje apocalíptico.

Tamaño del texto:

Debido a una combinación de factores naturales y humanos, el mar avanza hasta seis metros por año y ya ha sumergido más de 500 casas en una franja de 2 km. Una de las próximas será la del empresario Joao Waked Peixoto.

Caminando junto a un revoltijo de vigas y azulejos, Waked Peixoto muestra cómo sucumbió la última vivienda que separaba la suya del mar: resta apenas el fondo de un cuarto azul en el que fragmentos de revistas, una bicicleta y otras señales de vida reciente son sacudidas por el viento.

En el área de riesgo, siguen en pie solo 180 casas con 302 habitantes.

"¿Cuándo tendremos que salir nosotros? Es una incógnita, el mar avanzó de tres a cuatro metros en 15 días, nuestro muro puede no estar aquí la próxima semana", cuenta a la AFP Waked Peixoto, que se mudó a Atafona junto a su familia durante la pandemia.

Como muchos residentes de Campos dos Goytacazes, una próspera ciudad al norte de Rio de Janeiro que recibe regalías del petróleo, su abuelo construyó en la cercana Atafona su casa de veraneo: un refugio de ambientes amplios con jardín.

"Será una pena perder esta casa, que guarda los recuerdos de mi familia entera, mis padres, hermanas... todos veníamos aquí", lamenta Waked Peixoto.

Pero será inevitable.

- Erosión extrema y crónica -

La erosión extrema, que coloca a Atafona entre el 4% del litoral mundial donde el mar consume más de cinco metros por año, se ha agudizado ahora por el cambio climático, con la "subida del nivel del mar" a largo plazo y "a corto y medio plazo con las resacas excepcionales y los periodos prolongados de lluvias y sequías", explica el geólogo Eduardo Bulhoes, de la Universidad Federal Fluminense.

Pero el balneario sufre un "problema crónico" desde hace décadas.

"El uso que el hombre hizo del río Paraíba do Sul [uno de los principales del sudeste de Brasil] en los últimos 40 años redujo drásticamente el volumen de sus aguas y su capacidad de transportar arena hacia la desembocadura", en Atafona, explica Bulhoes, enumerando actividades como la minería y los desvíos para la agricultura.

Con este "déficit" de sedimentos, la playa no se reabastece naturalmente y va cediendo ante el avance del mar.

A ello se suma la construcción de casas en la costa, que elimina la primera línea de defensa natural: las dunas de arena y la vegetación.

Sin esa protección, el mar fue mordiendo la superficie, dejando un cementerio sumergido de escombros y estructuras que tornó peligroso cualquier chapuzón y ahuyentó a los turistas.

La reducción del caudal del río ha afectado también a los pescadores.

"Los barcos grandes ya no pasan por el delta del río (...) y el dinero se va", dice a la AFP Elialdo Bastos Meirelles, que preside una colonia de pescadores de unos 600 miembros.

"El río está muerto", asegura.

- Irse o esperar -

Al menos tres propuestas fueron presentadas a la Alcaldía para frenar la erosión, que incluyen la construcción de escolleras o diques rompeolas para disminuir la fuerza del mar y la recuperación artificial de la playa transportando arena desde el fondo del delta del río.

Esta última, formulada por Bulhoes, se inspira en modelos de países como Holanda, España o Estados Unidos y se propone "construir junto con la naturaleza, utilizando su fuerza para recomponer el sistema de la playa".

Pero por ahora no ha salido nada del papel.

La Alcaldía de Sao Joao da Barra al que pertenece Atafona, paga un alquiler social de 1.200 reales (USD 230) a más de 40 familias desalojadas.

Pero afirma que cualquier plan depende de la aprobación de órganos ambientales y que "hasta ahora" no hay ningún proyecto con una solución definitiva, dijo a la AFP el subsecretario de Medio Ambiente del municipio, Alex Ramos.

Otros sostienen que falta voluntad política.

"Escuchamos promesas (...) Pero es una ciudad abandonada, un apocalipsis, dan ganas de llorar", clama Verónica Vieira, presidenta de la asociación de vecinos SOS Atafona.

Entre quienes todavía guardan esperanzas, está la jubilada Sonia Ferreira, 77, dueña de una imponente casa de dos pisos, que debió abandonar cuando el agua empezó a carcomer su muro trasero, en 2019.

Viuda, se mudó a un apartamento minúsculo que construyó en su propio terreno, a la espera de una solución. Cuando llegue, "pintaré la casa de nuevo y volveré a vivir aquí", sentencia.

W.Zhang--DT