Dubai Telegraph - En la capilla ardiente, el último adiós a Isabel II

EUR -
AED 4.313468
AFN 77.598705
ALL 96.698386
AMD 447.792527
ANG 2.102883
AOA 1077.044807
ARS 1692.205144
AUD 1.764354
AWG 2.114155
AZN 2.001365
BAM 1.955767
BBD 2.361861
BDT 143.307608
BGN 1.957508
BHD 0.442093
BIF 3466.042156
BMD 1.17453
BND 1.514475
BOB 8.102865
BRL 6.365607
BSD 1.17268
BTN 106.04923
BWP 15.537741
BYN 3.457042
BYR 23020.795811
BZD 2.358461
CAD 1.618445
CDF 2630.948518
CHF 0.934916
CLF 0.027253
CLP 1069.11676
CNY 8.28573
CNH 8.284609
COP 4466.125466
CRC 586.590211
CUC 1.17453
CUP 31.125056
CVE 110.26316
CZK 24.276491
DJF 208.826515
DKK 7.472132
DOP 74.548756
DZD 152.289758
EGP 55.571073
ERN 17.617956
ETB 183.229742
FJD 2.668303
FKP 0.877971
GBP 0.878351
GEL 3.175767
GGP 0.877971
GHS 13.461775
GIP 0.877971
GMD 85.741137
GNF 10198.829794
GTQ 8.98185
GYD 245.335906
HKD 9.138141
HNL 30.873485
HRK 7.537789
HTG 153.707435
HUF 385.234681
IDR 19536.845016
ILS 3.785271
IMP 0.877971
INR 106.37734
IQD 1536.174363
IRR 49474.161194
ISK 148.465122
JEP 0.877971
JMD 187.756867
JOD 0.832789
JPY 182.950774
KES 151.217476
KGS 102.713135
KHR 4694.921647
KMF 492.719958
KPW 1057.073078
KRW 1731.880759
KWD 0.360233
KYD 0.977284
KZT 611.589793
LAK 25422.575728
LBP 105012.44747
LKR 362.353953
LRD 206.976546
LSL 19.78457
LTL 3.468083
LVL 0.710462
LYD 6.369894
MAD 10.78842
MDL 19.823669
MGA 5194.913303
MKD 61.548973
MMK 2466.304642
MNT 4164.85284
MOP 9.403343
MRU 46.930217
MUR 53.93488
MVR 18.092159
MWK 2033.466064
MXN 21.157878
MYR 4.812408
MZN 75.064681
NAD 19.78457
NGN 1706.088063
NIO 43.15928
NOK 11.906572
NPR 169.679168
NZD 2.023657
OMR 0.451612
PAB 1.17268
PEN 3.948134
PGK 5.054916
PHP 69.43241
PKR 328.640215
PLN 4.225315
PYG 7876.868545
QAR 4.273829
RON 5.092651
RSD 117.378041
RUB 93.579038
RWF 1706.771516
SAR 4.407079
SBD 9.603843
SCR 17.649713
SDG 706.484352
SEK 10.887784
SGD 1.517615
SHP 0.881202
SLE 28.335591
SLL 24629.319496
SOS 668.988835
SRD 45.275842
STD 24310.407882
STN 24.499591
SVC 10.260829
SYP 12986.570545
SZL 19.77767
THB 37.109332
TJS 10.77682
TMT 4.122602
TND 3.428143
TOP 2.827988
TRY 50.011936
TTD 7.957867
TWD 36.804032
TZS 2902.351563
UAH 49.548473
UGX 4167.930442
USD 1.17453
UYU 46.019232
UZS 14127.764225
VES 314.116117
VND 30897.196663
VUV 141.748205
WST 3.259888
XAF 655.946053
XAG 0.018958
XAU 0.000273
XCD 3.174228
XCG 2.113465
XDR 0.815786
XOF 655.946053
XPF 119.331742
YER 280.129715
ZAR 19.820741
ZMK 10572.187233
ZMW 27.059548
ZWL 378.198309
En la capilla ardiente, el último adiós a Isabel II
En la capilla ardiente, el último adiós a Isabel II / Foto: Yui Mok - Pool/AFP

En la capilla ardiente, el último adiós a Isabel II

A medida que abandonan la capilla ardiente de la reina Isabel II tras presentar sus respetos, casi nadie puede resistirse a echar una última y fugaz mirada a su féretro. Uno incluso le dice adiós con la mano.

Tamaño del texto:

Es la última despedida a una muy querida monarca, en una triste y solemne escena en la casi milenaria sala de Westminster Hall, donde reposa su cuerpo hasta el funeral y entierro del lunes.

Las miradas se centran en el féretro situado en un catafalco púrpura, en lo alto de un zócalo de cuatro peldaños, y cubierto por el estandarte real, la corona imperial y el cetro, símbolos del poder real.

La afluencia de las personas, de todas las edades y orígenes, no ha cesado desde la llegada del féretro el miércoles por la tarde.

Al amanecer del viernes, quienes habían soportado las filas de la noche, envueltos en chaquetas y sombreros ante la inminente llegada del otoño al Reino Unido, pudieron pasar finalmente unos minutos en el interior.

Algunos visten para la solemne ocasión trajes negros, mientras otros llevan sus atuendos cotidianos. La espera de hasta 10 diez horas tampoco logró desanimar a los que iban con muletas.

Dentro de la sala de techo de madera, que en el siglo XVII acogió los juicios de Guy Fawkes --católico inglés que intentó hacer estallar el Parlamento-- y del rey Carlos I, la kilométrica fila se divide en cuatro.

- Abrumador -

En medio del digno silencio que impregna el espacio, donde unos pocos sonidos de la madrugada se filtran, una serie de pequeños y conmovedores gestos se suceden a medida que la gente llega ante el ataúd.

Una mujer de mediana edad se inclina. Otra intenta una genuflexión completa. Los hombres que lucen anticuados sombreros se los quitan. Muchos se santiguan.

Los militares veteranos con sus medallas a la vista se mantienen erguidos y orgullosos durante varios segundos.

Para algunos, el momento es simplemente abrumador y rompen a llorar. Algunas parejas se consuelan mutuamente mientras se dirigen a la salida, cogidos de la mano o abrazados.

En un momento dado, un pequeño perro blanco guía aparece por la entrada del acceso para discapacitados, tirando de su correa sostenida por una joven.

El can mueve la cola con entusiasmo, pero no es consciente de la magnitud del momento, sino que se dedica a olfatear la alfombra por donde desfilan los dolientes.

- Cambio de guardia -

Cada 30 minutos, el silencio y la afluencia de gente se interrumpe por el cambio de los guardias --de tres unidades ceremoniales diferentes-- que guardan cada lado del féretro.

Con dos fuertes golpes de vara, un guardia indica que es el momento que diez nuevos miembros de los Caballeros de Armas, los Alabarderos y la Compañía Real de Arqueros, hagan su aparición, deteniendo la fila.

Mientras marchan al ritmo de un traqueteo sobre el antiguo suelo de piedra para reemplazar a sus compañeros, la multitud parece paralizada por la centenaria pompa.

Los Caballeros de Armas más veteranos van ataviados con cascos con penachos de plumas de cisne blancas y capas rojas con faldones y puños de terciopelo azul.

Los también coloridos Alabarderos llevan sus característica banda cruzada desde el hombro izquierdo, que lo distinguen de sus homólogos "Beefeaters" que custodian la Torre de Londres.

Al poco tiempo, todos están en su puesto de nuevo, junto a los agentes de policía con guantes blancos. Y la solemne escena vuelve a quedar en silencio.

Un par de asistentes retiran y recogen la cera que ha caído sobre los soportes que albergan cuatro parpadeantes cirios colocados en cada esquina del podio.

La fila de dolientes puede volver a fluir.

Y.Sharma--DT