Trump aprovecha el sorteo del Mundial para lucirse y aceptar con orgullo un Premio de la Paz
El sorteo del Mundial de 2026 este viernes fue una oportunidad de lucimiento para el presidente estadounidense, Donald Trump, que recibió un voluminoso Premio de la Paz de la FIFA de manos del patrón del fútbol mundial, Gianni Infantino.
Aunque el fútbol, o "soccer" como se le conoce en Estados Unidos, no es uno de los deportes favoritos de Trump, el mandatario de 79 años no podía desperdiciar la ocasión de codearse con estrellas y recibir un homenaje en su propia casa.
Trump recibió un recién creado premio que la FIFA se inventó oportunamente justo antes del Mundial de Estados Unidos, México y Canadá, para rendir homenaje a una personalidad que opere en favor de la concordia mundial.
"Más allá de premios, salvamos millones de vidas", aseguró Trump. "El mundo es un lugar más seguro ahora".
La distinción, entregada en el Kennedy Center en Washington, frente a una audiencia televisiva de millones de personas, no cayó bien a todo el mundo.
"El llamado Premio de la Paz de la FIFA se está otorgando en un contexto de detenciones violentas de inmigrantes, despliegues de la Guardia Nacional en ciudades de Estados Unidos y la cancelación servil de las propias campañas de la FIFA contra el racismo y la discriminación", acusó Minky Worden, especialista en deportes de Human Rights Watch, en un comunicado.
- Negociaciones con México y Canadá -
El sorteo de la mayor cita del balompié fue también una oportunidad para reunirse por primera vez con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, cuyo país organiza el Mundial junto a Estados Unidos y Canadá.
Ambos países vecinos de Estados Unidos quieren renegociar en términos lo más favorables posibles el acuerdo de libre comercio que vincula a los tres socios (ACEUM).
Las tres naciones mantienen ásperos diferendos en términos comerciales o de seguridad, pero para la organización de la Copa del Mundo todo funciona sobre ruedas, aseguró Trump.
"Hemos trabajado estrechamente con estos dos países, y la coordinación, la amistad y la relación han sido extraordinarias", dijo el presidente estadounidense en el escenario del sorteo.
- El "pase FIFA" -
A Trump el deporte que le apasiona es el golf, pero es también aficionado a otras prácticas más enérgicas, como el fútbol americano o los deportes de combate, como el boxeo o las artes marciales mixtas.
Desde el momento en que Estados Unidos entró en la competencia en 2017, durante su primer mandato, para organizar el Mundial 2026, Trump empezó a descubrir el enorme potencial diplomático y de relaciones públicas que suponía la cita deportiva.
El turismo internacional bajó apreciablemente en Estados Unidos desde el inicio de su segundo mandato, según datos oficiales, a causa del endurecimiento de los controles en las fronteras.
Trump quiere hacer de esta competición, al igual que de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028, vitrinas de su "edad de oro de América".
Más allá de revitalizar el turismo, la acogida de estos eventos planetarios debe confirmar la validez de su política nacionalista.
Falta que los aficionados, en particular de aquellos países que no disponen de acuerdos bilaterales para turismo de corta duración (inferior a tres meses) con Estados Unidos, puedan venir sin excesivos problemas.
Trump ha anunciado la implementación de un "pase FIFA" que permitirá a cualquier poseedor de una entrada para un partido de la Copa del Mundo tener más facilidades para llegar a Estados Unidos.
Sin embargo, "su entrada no es un visado", advirtió el jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio.
Durante la final del Mundial de Clubes a mediados de año, en la que el Chelsea derrotó al París Saint-Germain en el MetLife Stadium en East Rutherford, cerca de Nueva York, Trump se mostró orgulloso en la entrega del trofeo y lo mantuvo en exhibición en el Despacho Oval durante varios meses.
Expresentador de reality shows, Trump recientemente hizo gran alarde de su encuentro con Cristiano Ronaldo.
La superestrella portuguesa, que juega para el club saudí Al Nassr, fue invitada a una cena de gala ofrecida en honor del príncipe heredero saudí Mohammed Bin Salmán.
F.Damodaran--DT