"Alcatraz": un cóctel exitoso de rugby, pandillas y ron de Venezuela
"Alcatraz" refiere normalmente a la famosa prisión estadounidense, pero en Venezuela también denomina una iniciativa de reinserción social de antiguos miembros de pandillas impulsada por el fabricante de ron Santa Teresa a través de una oferta de trabajo y un balón de rugby.
La hacienda Santa Teresa se encuentra en el estado Aragua, al oeste de Caracas y cuna de la pandilla más famosa del continente: el Tren de Aragua, designada este año como organización terrorista por el presidente estadounidense Donald Trump.
En 2003, antes del nacimiento de esa banda criminal, otras tantas operaban en la zona en los alrededores de la hacienda, un auténtico callejón sin salida, explica el presidente de la empresa Santa Teresa, Alberto Vollmer.
La tasa de homicidios en la región alcanzaba entonces 174 por cada 100.000 habitantes.
Un intento de homicidio a un empleado de la hacienda fue la semilla del proyecto "Alcatraz". El primer experimento fue con los tres delincuentes involucrados.
"Después de que ellos entran", cuenta Vollmer a la AFP, "nos damos cuenta de que la banda enemiga, una banda mucho más peligrosa, si no los captábamos también íbamos a ser víctimas de ellos. Entonces captamos a la banda enemiga (...) y prácticamente los obligamos a hacer las paces".
"Se corre la voz y a los 10 días teníamos seis bandas haciendo cola (fila) para entrar", añade. "Poco a poco fuimos incorporando banda tras banda. Hoy en día van 11 bandas".
Vollmer se reserva los nombres de las organizaciones y evita cualquier mención al Tren de Aragua.
El programa incluye trabajos para los reinsertados, programas en cárceles y proyectos de prevención para evitar que los jóvenes se adentren en la criminalidad.
Surgió luego la idea de recurrir al rugby, un deporte desconocido en un país donde reinan el béisbol y el fútbol.
"Es un deporte de bestias jugado por caballeros", indica el empresario. "Estos ya eran bestias, simplemente había que formarlos en ser caballeros".
Numerosos exreclusos son hoy "embajadores de la marca" y comparten su historia en todo el mundo.
"Más de 2. 000 muchachos de la comunidad, que en vez de meterse a malandro y morir antes de los 20 años, son muchachos que están estudiando, aprendiendo idiomas, jugando rugby, representando a Venezuela internacionalmente", celebra Vollmer, que estima que el proyecto impacta a unas 5.000 personas de las comunidades cercanas a la hacienda.
"No hacemos esto para vender más ron", aclara, pero "necesitamos vender más ron para seguir haciendo esto".
T.Prasad--DT